viernes, 22 de febrero de 2013


DIVINO ORÍGEN DE LOS ELEMENTOS DE LA NATURALEZA TERRESTRE; LO QUE HAY DETRÁS DEL MAGNETISMO; JERARQUÍAS VIVIENTES QUE SE ALIARON PARA FORMAR EL PLANETA TIERRA; LAS 318 DIVINAS ALIANZAS DE DIVINOS QUERUBÍNES.-

Sí hijo; hablaremos de tu propia morada planetaria; del planeta Tierra; que pertenece a la galaxia Trino; de sol enano amarillo; de los mundos de criaturas de carne; mundos llamados polvos, en el Reino de los Cielos; la Tierra pertenece a los mundos microscópicos; de tal manera que es desconocida en la mayor parte del universo; sólo el divino Padre sabe el nombre de todos los mundos, soles y galaxias; y los sabe, aún antes que nazcan a la vida material; la Tierra pertenece al microcosmos; a una dimensión tan microscópica, que las naves plateadas tienen que achicarse; pues exsisten platillos voladores, más inmensos que la misma Tierra; mi divina creación expansiva y pensante, no tiene límite alguno; ni en número, distancia, forma, peso y dimensión; ni jamás lo tendrá; de toda criatura pensante, nacen los colosales mundos materiales; la divina herencia del divino Padre Jehova, la poseen todos sus hijos del universo; empezando por los primeros en el Reino de los Cielos; estos primeros, son los llamados animales; para el divino Padre, no exsisten animales; exsisten hijos; tengan la forma que tengan; cuando alguien crea algo, y ese algo es viviente, lo pondera; lo realza; y no lo rebaja; le llama su hija ó su hijo; mi divino amor es común a todos; es igual para todos; y todo el universo me conoce, como el primer comunista del amor; hasta mis Sagradas Escrituras, así lo  demuestran; si el mundo se hubiese guiado por ellas para gobernarse, el mundo no conocería el dinero; sería un planeta-paraíso; y no tendría que enfrentar a un juicio final; pues nadie explotaría a nadie; habría desde muchos siglos atrás, un sólo gobierno; el gobierno patriarcal; en que debería gobernar el más sabio, el más anciano y el más humilde; nadie tiene derecho a gobernar, sino es humilde; la divina parábola lo viene anunciando, desde muchos siglos atrás: Los humildes son los primeros; en la Tierra como en el Reino de los Cielos; quien no cultiva la humildad y la alegría de un niño en su carácter, ése no entra en el Reino de los Cielos; quien se enriqueció en la Tierra, explotando a sus hermanos, es rechazado en el Reino de los Cielos; quien jamás trató de estudiar y comprender a su divino Creador, ése no conoce la gloria eterna; vá a mundos, cuya filosofía es la ingratitud; quien me negó en la Tierra, será negado en el Cielo; será negado por toda jerarquía divina; y recibido por el rey de las tinieblas; pues no se puede servir a dos señores.-




Sí hijito; este dibujo celeste explica lo siguiente: La chispita solar de la que fué y es la Tierra, salió de los soles Alfa y Omega; Alfa significa principio de toda vida; Omega significa Fín de un principio; es decir el término de un sistema de vida en la Tierra; el término del materialismo explotador; la justicia divina; los soles Alfa y Omega, hacen un sólo sol; cuando están creando; es decir cuando lanzan chispitas solares; de lo que serán futuros planetas; estos soles aún lanzan chispitas; pues allí reina el tiempo celeste; en que un segundo celeste, corresponde a un siglo terrestre; cada chispita trae en sí misma, su propio gérmen de su futura naturaleza; allí está condensado el tiempo material; el espacio material; la gravedad; la densidad; la cohesión molecular; y todo cuanto a estudiado y descubierto la inteligencia humana; todos los elementos de las naturalezas planetarias, fueron y son divinas alianzas de divinas inteligencias salidas de las lumbreras solares; todo es producto amoroso de la caloría solar; he aquí el divino orígen del universo expansivo pensante; no podía ser de otra manera; el divino Padre Jehova, es divino fuego viviente; y todo el universo lleva su divina herencia; nada exsiste, si no ha tenido temperatura; la misma muerte lucha con ella; no puede haber muerte, mientras el espíritu sostiene caloría espíritual; cada espíritu es producto del conocimiento solar; y cada acto en la vida de toda criatura, se convierte en temperatura; detrás del magnetismo está el mandato de las divinas alianzas; estas divinas alianzas son virtudes vivientes; que todo espíritu siente; pero no sabe explicarlas, en la mayoría de los casos; se vive y no se sabe  por qué se vive; no se puede definir de sí mismo; sólo una divina Revelación puede explicar lo inexplicable; pues el mismo misterio, es magnetismo viviente con filosofía de misterio; que reducido a sus propias causas, se llega a las divinas alianzas; que están detrás del magnetismo viviente; y mucho antes, que éste se materializara en una dimensión presente; el magnetismo se desarrolla; se inicia partiendo desde los mismos soles; y cada sol lo recibe por herencia de otro sol; y éste de otro; y así, hasta donde la mente pueda imaginar; el magnetismo no es igual en cada mundo; ni lo será jamás; pues no pueden exsistir libres albedríos, que evolucionen iguales; la criatura humana que estudia el magnetismo, como lo explica la divina Revelación, no debe olvidar nunca que todo el universo es viviente; que todo tiene vida propia;  que la muerte propiamente tal, no exsiste; que lo que se conoce por muerte, es sólo una transformación; el nacimiento a la vida, también es una transformación en el espíritu; se nace para aprender y comprender más la vida; se viene a la vida y se retorna de la vida; la vida humana y la de todos los mundos, son como cursos de estudios para todo espíritu; el espíritu siente la fuerza magnética é irresistible por saber más; son los grandes investigadores del universo; ¡que de manera diferente opina un espíritu, cuando se encuentra en el mundo celeste! en este mundo, no tiene olvido de su pasado; recuerda y hasta vé, las moradas solares; se siente atraído hacia ellas; y según el grado de su pureza, cae en divino éxtasis de ensueño; y se cree vivir en un sueño viviente; que es tan real, como la vida misma; esto fué dado a conocer al mundo, hace muchos siglos atrás: Todo espíritu duerme el sueño eterno; con la divina novedad, que no es como el sueño de la Tierra; pues en la Tierra, el sueño está sujeto al descanso del cuerpo de carne; está amarrado al libre albedrío del cuerpo; está sujeto a leyes físicas; en el mundo celeste, no exsiste tal límite; el espíritu según sea su pureza magnética abarca el infinito; se desplaza por él, a la velocidad del pensamiento humano; esta velocidad es una de las más lentas que se conoce en el universo; una de las veloces sería el divino pensamiento de las lumbreras solares; estas velocidades son relativas a las purezas solares; ó jerarquías solares; el magnetismo es una caloría viviente; ella produce todos los fenómenos de la naturaleza; nada exsiste que no tenga magnetismo; sin magnetismo nada exsistiría; ni materia ni espíritu; la luz misma es magnetismo; y ninguna molécula escapa a su influencia; la luz hace madurar la naturaleza; hace infinitas transformaciones; hace que de una semilla, brote un gigantesco árbol; y que de una microscópica chispita, surga un colosal planeta; el principio del magnetismo no está en los planetas mismos; ni en los soles mismos; ellos sólo cooperan a que se exprese en su propias naturalezas; el orígen del magnetismo sale del Padre; sale del 1; y convierte al 1 en infinito; y todos retornan al 1; después de vivir en carne propia, un magnetismo viviente; lo que equivale a vivir una filosofía viviente; el magnetismo es espíritu; fuerza viviente salida de Dios; lo que hacen sus criaturas al nacer de nuevo, es probar y experimentar nuevos magnetismos; al acercarse al divino Padre, adquieren vibraciones magnéticas tan elevadísimas, que si esas criaturas estuvieran en la Tierra, desplazarían el equilibrio del planeta; todo se transformaría; harían que la molécula inerte, recobrara su vida viviente; sus gérmenes de inocencia solar, se sentirían remecidos y sentirían como un dulce llamado, la fuerte vibración magnética; en cualquier punto del universo, puede ocurrir un hecho semejante; y es lo que ocurrirá cuando el Primogénito Solar, venga a la Tierra, brillante como un sol de sabiduría; su divino magnetismo estremecerá los elementos de la naturaleza; que reconocen en El, al divino Padre; lo reconocen por el magnetismo de amor, hecho mandato; ninguna molécula de la Tierra, podrá sustraerse a su divina influencia; sólo la Santísima Trinidad, puede despertar la inteligencia originaria que contiene la materia; si la materia no tuviera inteligencia, no dejaría a nadie vivir; los terrestres no tendrían planeta Tierra; todo sería un caos; y sería un mundo de las tinieblas; sólo en los mundos de la luz, exsiste el orden viviente; sus divinas alianzas obedecen a un sólo plan; nadie divide a nadie; la verdad siendo una misma, se expresa en diferentes formas; formas llamadas destinos pensantes; que jamás tendrán límites alguno; cada molécula de la materia, es también una inteligencia; ella es grande en el Reino de los Cielos; pues fué humilde y silenciosa en un lejano planeta; las moléculas adquieren proporciones colosales; esto ocurre cuando un mundo a terminado su prueba de vida; todo tiene su tiempo; tanto en la materia como en el espíritu; un mundo y sus criaturas espírituales, son hechos a la perfecta medida; son destinos inseparables; el uno contiene al otro; y ambos terminan en el Reino de los Cielos; llegan al mismo punto de donde salieron; hace sólo unos instantes celestes; pues un segundo celeste, corresponde a un siglo terrestre; y mientras tanto, en el lapso transcurrido que vá desde un segundo a un siglo, han nacido infinitas chispitas solares; que darán lugar a otros planetas; pero con diferentes tiempos, magnetismos, espacio, y diferente filosofía; las características de las diferencias son infinitas; pues cada futura molécula, jamás será igual a la otra; ni en su propio mundo, ni en comparación con otro planeta; sucede perfectamente igual con las criaturas humanas; no exsiste individualidad alguna, igual a otra; la diversidad y la variedad de la creación del divino Padre Jehova, empieza por lo más microscópico; y jamás se repiten las mismas escenas; esto demuestra que cada criatura al emanar ideas, está creando nuevos magnetismos; se está creando su propio cielo; pues de acuerdo a sus propias obras, es la pureza ó impureza de su magnetismo; este magnetismo es su futuro destino; con él se creará el futuro mundo en que le tocará nacer de nuevo; es así por ejemplo que los escandalosos ó escandalosas que se mofaron de la moral de los divinos Mandamientos, exhibiendo y ridiculizando a los microscópicos poros de la carne, al exponerlos a la contemplación y malicia del mundo; estas infelices criaturas no entran en el Reino de los Cielos; jamás el escándalo a conducido a él; estas criaturas, dignas de lástima, maldecirán hasta el haber nacido; estos seres van a mundos de su propia filosofía; impulsados por sus propios magnetismos de filosofía escandalosa; y perpetúan por eternidades, el entrar en el Reino de los Cielos; el magnetismo es espíritu; y el espíritu magnetismo; siendo ambos una misma cosa, se atraen donde estén; son inseparables; el magnetismo se siente atraído por el conocimiento de que se nutre el espíritu; se transforma en todo instante; mientras es espíritu adquiere experiencia en una sensación llamada Vida; el magnetismo le dá poder al espíritu; y el espíritu gobierna ese poder; para llegar a ello, todo espíritu tiene que definirse en sus propias intenciones; no se puede servir a dos señores; a dos poderes; ó se sirve al demonio ó se sirve a Dios; se es poder demoníaco, ó se es poder divino; se es magnetismo de las tinieblas, ó se es magnetismo de la luz; siendo el último el primero en toda eternidad; el magnetismo es vivo; se separa del espíritu en el Reino de los Cielos; esto ocurre cuando todo espíritu es llamado a rendir cuenta, de su vida; ese instante vivido en un microscópico planeta; cuando un espíritu está delante del divino Padre, está totalmente desnudo; allí no exsiste lo oculto; todo lo que le rodea, tiene vida; es materia viviente; y esta delicia de conversar con materia viviente, es proporcional a la humildad del propio espíritu; es proporcional a sus creencias; a su moral; cuando el espíritu ha sido incrédulo en la vida planetaria, su presencia en el Reino de los Cielos, causa infinita lástima; y la misma presencia real de un Cielo viviente, le causa espanto al espíritu; su propia conciencia lo acusa; ella pide justicia; ella es inocente de la soberbia de un espíritu soberbio; que le negó en vida, tan sublime verdad; la conciencia también posee un libre albedrío; como lo posee el espíritu; y como lo poseen cada microscópico  poro de la carne; que por esta divina ley, son grandes en el Reino de los Cielos; escrito fué: Todo humilde es grande virtud en el Reino de los cielos; y de ellos es el destino de todo paraíso que ha salido del Padre; pues siendo humildes, sus magnetismos se asimilan sin dificultad, con la divina luz; el divino magnetismo atrae a todo magnetismo según su pureza; un espíritu que haya violado  aunque sea en forma microscópica, la divina ley, deja de ser puro; deja de tener poder en el Reino de los Cielos; su propio magnetismo se siente rechazado; su cúmulo de conocimientos, tiene la falta cometida; las 318 virtudes de que está compuesto el espíritu humano, está impregnado de cierto grado de tinieblas creadas magnéticamente por el espíritu; estas 318 virtudes, son divinas alianzas de divinos querubínes; ellas representan 318 virtudes-filosofías; y todo espíritu haciendo uso de su libre albedrío viviente, escoge en cada idea emanada por la mente, y en forma inconciente, una de ellas; el no saber esto de parte del espíritu, constituye el divino mecanismo espíritual, de toda prueba ocurrida en la vida; por lo tanto, todo espíritu es probado viviendo un presente; si el espíritu supiera el futuro, la Tierra no sería un mundo en prueba; en lejanas galaxias, ello ocurre; son mundos más adelantados que la Tierra; poseen otras evoluciones; y otras divinas escrituras; pues el principio de mi creación, fué simultáneo; en grado infinito; no sabiendo nadie en el universo, quien fué primero; hay que nacer de nuevo, para saberlo; y el universo está recién naciendo; por lo tanto es cuestión de perfeccionamiento en la criatura; nadie es primero ante el Padre, sino aquél que ha sido humilde; aquél que jamás ha escandalizado en ninguna de sus formas; el que es primero ante el divino Padre, lo es por mérito propio; no exsiste la ley de la excepción en el perfeccionamiento divino; lo que se llama ley de excepción en la Tierra, no deja de ser una prueba de doble intención; pues puede ser un pasajero premio, ó un pasajero castigo; todo depende de las intenciones y conciencia del espíritu; toda conciencia es magnetismo viviente; que necesita un tiempo para iniciar una determinación; y poner en juego mental, a una de las 318 divinas virtudes; y necesita otro tiempo para mezclar por inercia mental, el espíritu y su magnetismo; formando una idea; que encierra una realización; esta realización repercute alrededor del cuerpo; repercute en su misma naturaleza, en su misma escencia eterna; es por eso, que queda grabada en el magnetismo del espíritu; que es una television microscópica; que siendo chiquita y humilde, es grande en el Reino de los Cielos; esto significa que todo espíritu al llegar en la morada del divino Padre, su television espíritual-magnética, adquiere proporciones gigantescas; y el espíritu se muestra desnudo ante Dios; todo espíritu vé asombrado, que sus propias escenas en que participó en la vida, adquieren vida; son criaturas vivientes; y que poseen leyes, que él como espíritu, jamás sospechó; demás está decir, que los malos se llenan de pavor; y los buenos sienten que han encontrado, la divina recompensa; pues aquí nadie vive lo falso; lo artificial; lo que se esconde; como se esconde el demonio en toda ciencia oculta; el divino Padre, crea sus divinas leyes, a la luz de todo el universo; nada oculta a sus hijos; su creación, nada oculta a la Creación; quien oculta una  verdad a sus hermanos, al divino Padre se la oculta; pues está en la mente de todo engañado; escrito está que el Señor está en todas partes; no puede haber por lo tanto, nada oculto; ni mucho menos, una maldita ciencia que perteneció a los peores verdugos, que ha conocido el planeta Tierra.-

Escribe: ALFA y OMEGA

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