jueves, 28 de febrero de 2013


DIVINO ORÍGEN DEL SISTEMA SOLAR TERRESTRE; EL NÚMERO 318 SE EXPANDE EN OTRAS ALIANZAS PLANETARIAS; LO DE ARRIBA ES IGUAL A LO DE ABAJO; EN SUS PRIMERAS CAUSAS; ORDEN GALÁCTICO DE LOS MUNDOS.-

Sí hijito; te explicaré el Sistema Solar; este nombre galáctico está correcto, solamente para la evolución de la Tierra; para el Reino de los Cielos, este nombre poco cuenta; pues el Sistema Solar y los universos cercanos a la Tierra, casi son desconocidos en el Reino de los Cielos; la Tierra es poco menos que una molécula; y sus criaturas adquieren proporciones inauditas; y nadie piensa en riquezas; todos piensan en el conocimiento universal; todos hablan de crear mundos y brindarlos al divino Padre; todos son microscópicos imitadores de mi divina creación; nadie está ocioso; todos intervienen en las leyes del universo; se habla de un todo infinito; se planean los destinos de los espíritus; y de los mundos; se vé un ajetreo divino, como jamás han visto ojos humanos; sólo tú, hijo divino, tienes el divino poder mental de ver, lo que ves a diario; porque eres del Reino de los Cielos; y como tal, tu divina Escritura Telepática será eterna; ella está en tí; y ella te brotará siempre de mundo en mundo; por el fruto se conoce el árbol; si todos esos primeros hijos que te hice presentar, se hubiesen guiado por esta divina parábola, ellos serían las criaturas más dichosas del planeta; estarían entre los primeros, en la divina Revelación; sus propias incredulidades, hace que se le cierre las puertas del Reino de los Cielos; ningún incrédulo entrará en el Reino de los Cielos; sólo los espíritus avanzados entran; aquéllos seres que por su propio avance espíritual, no necesitan pruebas materiales; sencillamente creen; creen que nada es imposible, para el Creador de la vida; la misma fé, los transporta al Reino de los Cielos; eso significa la divina parábola: La fé nueve montañas; casi todos los incrédulos, son como el divino Tomás; necesitan ver para creer; santo Tomás demostró ser un espíritu atrasado; él pedía pruebas del mundo; no pedía prueba eterna; su creencia se reducía a una prueba de un instante; no veía más allá; por lo tanto, esos que dicen: Hay ver para creer, son espíritus mundanos; piden pruebas que demuestran, sus propios atrasos espírituales; si estas criaturas, no creen en la resurrección de la carne el año 2001, pueden despedirse de ser eternos; han recibido sus recompensas, por adelantado; no olviden los incrédulos, que nadie lee su futuro; que más vale ser silencioso y humilde, que un falso profeta de su propia eternidad.-
 



Sí hijito; así es; tal como tú lo ves en tu televisión mental; este dibujo celeste enseña que del sol Alfa, salieron y aún salen divinas chispitas solares; de las que serán futuros mundos; todo planeta fué chispita solar; una microscópica chispita; escrito está: Que hay que ser chiquitito y humilde, para ser grande en el Reino de los Cielos; esta divina ley, se cumple en cualquier punto del universo expansivo pensante; todos, criaturas y mundos son microscópicos; para luego expandirse en crecimiento y ser grande en el espacio; toda grandeza, desaparece a su vez, ante la grandeza del Padre; Él es de eternidades antes, que toda grandeza; y es igualmente de antes, de lo más microscópico, que mente alguna pueda imaginar; Él es, ha sido y será siempre el primero; en todo el universo se le conoce; sus nombres divinos son infinitos; según las infinitas evoluciones que exsisten para un mundo se llama tal nombre ó tales nombres; para otros mundos, igual; no exsiste punto del universo, que no se pronuncie con devoción su divino nombre; es por eso que el divino Padre se hace llamar a sus hijos de todo el universo, Soy el que Soy; pues para unos soy el Señor; para otros Jehova y para otros Dios; Alá ó el Creador; el gran arquitecto; eterno Padre etc.etc.; muchos nombres y un sólo Dios nomás; pues en todas partes estoy; siendo mi poder divino infinito, doy vida a lo que se cree muerto; mi universo es viviente; y las llamadas muertes de la criatura, es sólo una transformación para el espíritu; que dejando su envoltura de carne, regresa al mismo lugar de donde salió; al mismo lugar donde tomó un cuerpo de carne; es por eso que se dice: Débil es la carne; pues sólo dura, mientras el espíritu vive momentáneamente en un planeta material; al tomar un cuerpo de carne, todo espíritu se reduce en dimensión; ¿acaso una criatura que sale del vientre de una madre, no empezó en forma microscópica su desarrollo? es así, que casi todas las madres no se dan cuenta, a ciencia cierta, si están embarazadas ó nó; de tan microscópica es la criatura; la criatura estando dentro del vientre de una madre, se expande en desarrollo; en igual forma como se expandió la microscópica chispita solar, de la que nació la Tierra; los dos procedimientos son iguales en sus primeras causas; y muy distintos, en sus libres albedríos; siendo lo de arriba igual a lo de abajo, en su principio microscópico; no son iguales en sus propias evoluciones; cuando se vuelve al puntito de donde se salió, allí se reconocen materia y espíritu; pues el mandato ordenado, ya se cumplió; exsiste por lo tanto, un divino punto de reunión en el infinito; pues si así no fuera, todo espíritu se perdería en el infinito; no teniendo un hogar; que equivale a no tener un destino; y eso sería, el más espantoso de los castigos; la Ciencia Celeste cuyo divino símbolo es el Cordero de Dios, es la única que explica para todos, que es lo que sucedió, para que la Tierra y sus moradores, nacieran y se desarrollaran en un planeta microscópico; pues la Tierra tiene sus límites y su peso; el infinito carece de ellos; pues el universo jamás ha tenido límite alguno; ni lo tendrá jamás; cuando un planeta ó un espíritu nace en alguna lumbrera solar, nace ignorando que nace; igual cuando nace un bebé en los planetas; el universo se le aparece en todo su esplendor; sólo siente atracción magnética hacia su divina madre solar Omega; que se expande en todos los soles del universo; en toda infinita jerarquía solar; pues la Santísima Trinidad Solar está en todas partes; está en mundos de carne tan microscópicas como la Tierra misma; como está igual en mundos tan colosales, que por su tamaño mismo, jamás serán conocidos por los seres humanos; aquí no hay prohibición alguna; sólo exsisten destinos y eternidades; y cada cual; sean criaturas ó planetas, tienen que cumplirlo; jamás se ha dado el caso, que alguien haya desobedecido, a su propio destino; todos los mundos poseen antiguedad galáctica; en el Reino de los Cielos, todas las divinas criaturas, saben esto; los terrenales aún no lo saben; pero llegó la hora que lo sepan; todo conocimiento llega, cuando debe de llegar; y al llegar un determinado conocimiento, la ciencia de un mundo, se vé sacudida; lo que se creía único, no lo es; pues toda realidad, no es estable; es infinitamente cambiable; nada es permanente en el desarrollo universal; todo se mueve; tanto lo de arriba como lo de abajo; y todo se moverá por siempre jamás; en el dibujo celeste se pueden ver ciertos colores; saliendo de una nave plateada; esos colores que son infinitos en números, representan las virtudes de la Madre Solar Omega; y esta divina revelación, explica de que cada espíritu nace con diferentes características con respecto a los otros; este fenómeno, se conoce en la Tierra, como individualidad; las cuales, jamás se han repetido entre las criaturas; aunque aquí, no es correcto hablar de individualidades; pues eso pertenece al mundo; pertenece a la materia; y corresponde a un espíritu, que ha pedido nacer de nuevo; para probar una determinada forma de vida; escrito está: todo espíritu es probado en su propia determinación; en la filosofía que escogió, siendo un espíritu solar; allá, en el Reino de los Cielos; esta divina revelación explica lo siguiente: todos nacen sin excepción alguna, en estado de inocencia espíritual; nadie nace con individualidad alguna, estando en estado de inocencia; posee sí, su futuro gérmen; este gérmen de la individualidad, sólo empieza a madurar, cuando el espíritu pide una determinada vida en algún planeta del universo; muchos dicen, que se nace con la individualidad; y esto, también es cierto; y demuestra que el espíritu, ya ha vivido en otros mundos; puesto que ya trae una individualidad; si no la trajera, sería considerada, como la criatura más misteriosa, que haya pisado el planeta; pues allí habría una excepción; pero la excepción, no exsiste en la creación del divino Padre; toda excepción constituye una imperfección; y es por lo tanto, pasajera; desapareciendo la imperfección, desaparece la excepción; la excepción en la Tierra, es producto de la injusticia; y ésta, se remonta a muchos siglos atrás; los que han vivido en la excepción con su modo de vida, con respecto a los divinos Mandamientos, llorar y crujír de dientes tendrán; esto demuestra a las criaturas del universo, que las divinas leyes del divino Padre Jehova, no contienen excepción para nadie; el soberbio es castigado; y el humilde premiado; más aún; fueron avisados todos los espíritus humanos; muchos siglos atrás; desde mucho antes, que cada cual viniera al mundo; por lo tanto, si exsiste llorar y crujír de dientes, sólo se debe a la soberbia del espíritu culpable; la razón no es otra; y no sólo debe pagar el espíritu culpable sus propias faltas; sino que también, las causas que por su culpa, hizo que otros sufrieran; tal es el destino que les espera a los creadores de toda riqueza; que por culpa de ellos, mi rebaño se clasifica en ricos y pobres; el divino Padre, hizo las leyes de la vida, para que todos fueran iguales; y estos demonios, hacen lo contrario; oportunidad tuvieron, de probar una filosofía, que no es árbol plantado por el divino Padre; y de raíz será arrancado de la faz de la Tierra; el que la hace la paga; ojo por ojo, diente por diente; es una parábola que explica que todo pensamiento soberbio, es juzjado; desde el punto de vista mundano y divino; la Ciencia Celeste, es la ciencia que ya fué anunciada al mundo; el Primogénito Solar lo dijo: Os enviaré un divino Consolador; lo que quiso decir en otras palabras, fué: Os enviaré una doctrina que consolará, a todo pecador; porque le dará nuevas esperanzas; nueva oportunidad de abrir sus corazones, al arrepentimiento; Cristo sabía, que por muy maravillosa fuera su divina doctrina, no faltarían los demonios que probarían filosofía sobre los hombres; porque los demonios, también son probados en sus inclinaciones; como es probado todo espíritu; el espíritu tiene pruebas del pasado; y todo demonio tiene deudas que debe enmendar en los mundos; ocurre que lo que han hecho en cierto mundo, lo repiten en otro; es el caso de la Tierra; el peor yugo y azote que ha tenido y tiene la Tierra, es la riqueza lograda explotando por siglos y siglos, a sus propios hermanos; esta filosofía maldita, la introdujeron en la Tierra, los malditos faraones; habían hecho lo mismo, en otras galaxias; muchos mundos, aún los maldicen; por conocer tan soberbia filosofía, las criaturas de esos mundos, no han podido entrar en el Reino de los Cielos; pues el divino mandato que debe cumplir la Tierra, se aplica a infinitos planetas tierras; mundos de la carne; la Tierra nunca ha sido la única en el universo; antes que ella, ya habían mundos habitados; más aún; hubieron mundos antes de los que ya habían; entre los cuales no estaba aún la Tierra; planeta microscópico de monitos de carne; la Tierra es un planeta reciente; en un universo en infinita expansión; y sin principio de iniciación; la Tierra es tan microscópica, que es desconocida en la mayor parte del universo; por lo  tanto, sed humildes hijos de la Tierra; por esta razón, mis Sagradas  Escrituras, os vienen enseñando la humildad por sobre todas las virtudes; para evitaros un terrible complejo de inferioridad evolutiva con respecto a los colosales mundos; que no son de carne; no son débiles como una criatura humana; son eternos; no conocen la muerte; pero pasaron por la experiencia de la misma; cuando eternidades atrás, antes que naciera la Tierra, habitaron también mundos de la carne; fueron también monitos de carne en planetas Tierras, que ya no están; fueron chiquititos y humildes; para ser grandes en el Reino de los Cielos; por lo tanto lo de arriba, pasó experiencias como lo de abajo; nadie es superior a nadie; sólo el Padre lo es y lo será por siempre jamás; la jerarquía de los mundos, marcha paralela a la jerarquía espíritual de sus criaturas; cuando un determinado mundo a avanzado en su propia evolución, se dice que los Cielos se abren al propio mundo; pues cada conocimiento conduce a un cielo; sólo con el conocimiento aprendido en los planetas, se entra al cielo que corresponde; el Reino de los Cielos, posee infinitos Cielos; que son otros tantos Reinos; los planetas en sus rotaciones y traslaciones a través del tiempo, se acercan a los cielos; este acercamiento es proporcional al tiempo recorrido en el espacio; y proporcional a la época que se vive; según las divinas Alianzas de toda creación viviente; incluyendo toda Revelación de las Sagradas Escrituras; pues cada planeta posee sus propias escrituras; y en esas divinas Revelaciones, los divinos juicios finales; que es la época que muy pronto conocerá la Tierra; los juicios finales en cada mundo, no son iguales; porque lo que se hace en un mundo, no es igual en el otro; lo que demuestra que el libre albedrío de los planetas, no son iguales; los anuncios de los juicios finales en cada planeta, presenta diferentes características; en el caso de la Tierra, dice su divina escritura: Llegará la divina verdad, tan de sorpresa, como la sorpresa que causa un ladrón de noche; y el divino Padre Jehova, agrega lo siguiente: exsisten muchas clases de sorpresas; pero la más espantosa, es aquella que golpea a una conciencia pecadora; pues así será sorprendido el mundo; despertará de su propia ilusión; consecuencia de la ciencia del bién; y ésta lo es del llamado dinero; esto será así, porque en las divinas alianzas, no hay ilusión; sólo hay Mandamientos; y en esos Mandamientos, se desconoce el dinero, y su maldita filosofía; se juzjará por lo tanto, según los Mandamientos; y nó según el dinero; éste es desconocido en todas las determinaciones humanas; antes que el espíritu se uniera al cuerpo perecedero; antes de venir a la vida, se le hace ver a todo espíritu, lo bueno y lo malo; todos pasan por la television solar; allí cada espíritu vé lo bueno y lo malo; y eso no es todo; estando ya en su planeta material, el divino Padre, le coloca en su camino, las Sagradas Escrituras; los divinos Mandamientos; que es como un aviso; de lo que se prometió en el Reino de los Cielos; más aún; el divino Padre que quiere lo mejor para sus hijos, les envía profetas; mensajeros celestiales; y hasta su propio Hijo Primogénito; y todos ellos, saben que van a un mundo, donde los que mandan, son los demonios; que en su más alta soberbia, se constituyen en reyes; imitando al supremo de la soberbia; satanás; llamado en el mundo celeste, espíritu rey; el término rey, no es originario de la Tierra; es una jerarquía de las tinieblas; del mundo celeste; pues las tinieblas también rivalizan entre ellas; el ser rey en la Tierra, es combatir mis divinos Mandamientos; los divinos Mandamientos, no mandan hacerse rey; a ningún espíritu humano; ellos mandan ser humildes; por lo tanto, ningún rey de la Tierra; ni ningún malamente llamado noble, entra en el Reino de los Cielos; escrito fué hace ya muchos siglos atrás, que sólo los humildes, son los primeros en el Reino de los Cielos; todos los nobles del mundo, deberían haber leído mucho tiempo atrás, esta divina parábola; al no hacerlo, les costará un llorar y crujír de dientes; al igual que los llamados ricos; deberían haber estudiado, la divina parábola que dice: Es más fácil que entre un camello por el ojo de una aguja, que un rico en el Reino de los Cielos; y a todos aquéllos que habiendo usado y estudiado armas para matar a sus propios hermanos; sabiendo que uno de mis Mandamientos dice: No matarás; a los tales, ya tienen su merecido; la divina parábola lo dice: El que mata a espada, muera a espada; esta divina parábola, es una de las que más ha intrigado a los estudiosos; ella significa que el que se ha perfeccionado en alguna filosofía de fuerza, sólo recibe lo que cosechó; la misma fuerza se vuelve contra él; esta divina parábola, alude también a otra verdad; se refiere a los angeles de luz; divinas criaturas del mundo celeste; poseen divinas espadas de fuego solar; ante ellos huyen todos los demonios de otros mundos; incluyendo al microscópico satanás de la Tierra; no sólo la Tierra conoce demonio; pues la Tierra no es la única creación; exsisten demonios con otras rebeldías galácticas; más ninguno puede superar al divino Padre; que los deja, que prueben su propio error de rebeldía; tarde ó temprano caen; como cae cualquier pecador; todo violador vuelve sobre sí mismo; vuelve sobre sus pasos; y llega a su misma primitiva inocencia; pues hasta los demonios cumplieron con la ley; fueron inocencias solares; como lo son todas las criaturas del universo; cuando poseen cierta ciencia, creen saberlo todo; y no saben nada; pues mientras más se sabe, frente al divino Padre, menos se sabe; la filosofía demoníaca es la tentación a dominarlo todo; sin importar los medios, ni las consecuencias; es el riesgo que corre toda criatura imperfecta; los demonios son pasajeros; y la ley divina es eterna; el demonio se aburre de ser demonio; se aburre tener que luchar contra el infinito; al que no comprende; por su imperfección misma; y tarde ó temprano ó renuncia ó es vencido; jamás se ha dado el caso, que demonio alguno haya dominado todo el universo; el demonio sin darse cuenta, es probado en su misma soberbia; todo daño hecho a los espíritus del Señor, es un daño hecho al Padre; pues escrito está, que el divino Padre está en todos; y en todas partes; la justicia a los demonios, constituye una ley aparte en el conocimiento de la verdad universal; tal sucedió con los demonios faraónicos; estas criaturas tuvieron un gran avance espíritual; eran de otras galaxias; más antiguos que los terrestres; pero fueron tentados por la fuerza; el lujo  y la esclavitud; el divino Padre Jehova, los sacó del planeta Tierra; porque de haberlos dejado, la filosofía de la esclavitud se habría perpetuado; de generación en generación; siglos tras siglos; la criatura humana desconocería la libertad; y la Tierra sería un planeta-infierno; y así le ocurrirá a toda criatura violadora de mis divinos Mandamientos; nadie se queda sin su castigo; los castigos se cumplen; tanto arriba como abajo; iguales leyes cumplen los premios espírituales; a todos le es dado según el comportamiento durante la vida; es el esfuerzo el que cuenta; el sudor de frente; las luchas por la exsistencia; y mientras mayor es la dificultad que tuvo que enfrentar un espíritu en la vida, mayor es el premio en el Reino de los Cielos; la riqueza jamás ha sido considerada, para entrar en el Reino de Dios; pues mis Mandamientos, no mandan hacerse rico; explotando a sus hermanos; quien los explote, al divino Padre explota; pues me encuentro en las mentes de todo explotado; la riqueza es la filosofía que todos los espíritus maldicen en el mundo celeste; pues por haberla vivido, no pueden entrar a los divinos paraísos; sólo los contemplan desde el infinito; con una pena y tristeza espíritual, que os conmovería en un grado tal, que esa impresión os seguiría por muchas exsistencias; no hay rico, que no haya maldecido el oro en el Reino de Dios; cuando llegan a su divina presencia; a rendir divina cuenta de su vida planetaria; allí y sólo allí, comprende el rico, el porqué de la humildad; el porqué de ser siempre hijo del hombre; que es hijo del trabajo; y no esclavo de la riqueza; esclavo de la ilusión; esclavo de satanás; esclavo de la ciencia del bién; esclavo de un modo de vida, que olvida a su propio Creador; y que sólo dura un instante, en la eternidad del espíritu; allí reconoce el que fué rico, todo lo que sucedió cuando él vino al mundo Tierra; y vé con infinito pesar, que más le hubiera valido haberse quedado en la morada del Padre, que haber conocido y vivido en riqueza, por su paso por la Tierra; cada segundo de violación, pesa una eternidad en la vida del espíritu; el límite no exsiste en el Reino de los Cielos; donde todo es viviente; salido de un Dios viviente; donde todo se mide por exsistencias; por viajes y venidas a los mundos del espacio material; donde nunca se muere; donde siempre se sale y se llega; en un movimiento y ajetreo de criaturas y mundos como jamás podrán imaginar la mente humana; para ver este maravilloso espectáculo, hay que nacer de nuevo; es decir despojarse de la envoltura de carne; y en estado libre, penetrar en forma real, los mundos y los soles; en estado espíritual el ser pensante penetra las dimensiones, que penetraba de antes que se uniera, al cuerpo de carne; el término divino que dice: Del polvo eres y al polvo volverás, tiene dos significados; una, se refiere al cuerpo de carne; que después de desaparecer toda temperatura, se pudre y se vuelve polvo; y desaparece; la otra, se refiere a la llegada del espíritu al mundo celeste; después de ser juzjado, debe nacer de nuevo en otro polvo planetario; debe volver a otro microscópico mundo; a los mundos de criaturas de carne, se les denomina, mundos polvos; pues mirados desde otros colosales mundos, se ven diminutos; tan microscópicos, que deben ser aumentados en grados infinitos; esto es relativo a las ciencias y evoluciones de cada mundo; así como la Tierra posee gigantescos telescopios, los colosales mundos del Reino de los Cielos, poseen la gigantesca television solar; ó television universal; la misma que poseen, las naves plateadas; con las cuales observan los mundos y los soles; la television solar es una gigantesca réplica de la television fluídica; que cada criatura posee alrededor de su cuerpo; todos los actos de la vida, se convierten en imágenes; que son atraídas en forma magnética, alrededor del cuerpo; todo cuerpo de carne, hace de imán para sus propias ideas; pues toda criatura de carne posee corriente eléctrica; heredada de la morada solar; esta corriente eléctrica posee un divino valor en su respectiva evolución: Corresponde a una trillonésima de trillonésima de trillonésima de línea solar; línea solar es el tiempo y espacio que ha recorrido la Tierra; desde cuando era una microscópica chispita solar; salida de los soles Alfa y Omega; la línea solar, es la revelación más asombrosa, que pueda recibir el conocimiento humano; en ella está toda la historia del pasado material de la Tierra; allí están épocas tan remotísimas, que ni los malditos faraones supieron de ellas; a pesar que éstos vieron el gérmen de la criatura humana; en charcos y pantanos; en la época acuática; cuando aún no salía ninguna tierra de las aguas; pues los continentes son productos del descenso de temperatura de las aguas; las primeras aguas hervían; pues eran salidas del fuego; de la chispita solar; del descenso de temperatura.-

Escribe: ALFA y OMEGA


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