miércoles, 20 de febrero de 2013


Nº 21

DIVINA NUMERACIÓN EN LAS REENCARNACIONES HUMANAS; UNIÓN DEL ESPÍRITU Y LA MATERIA; COMO NACE UN ESPÍRITU EN LOS LEJANOS SOLES; EL MACROCOSMO CREA AL MICROCOSMO; EL NÚMERO-ESPÍRITU.-

Sí hijito; te daré a conocer como se realiza una vida; hay que distinguir tres creaciones en una; la primera es el nacimiento de un espíritu; la segunda su unión con la materia de un futuro planeta; y la tercera la madurez entre carne y espíritu; es decir el nacimiento de una criatura en determinado planeta; esta divina revelación corresponde al sistema de vida de tu planeta Tierra; sistema conocido en el Reino de los Cielos, como mundo de la carne; un sistema casi desconocido en el resto del universo; todo mundo como la Tierra, es un mundo polvo; los colosales planetas y de vida eterna, pertenecen al macrocosmo; los mundos de la eternidad no son de carne perecedera; ellos no se pudren; ellos se transforman con sus propias mentes; y esto es su estado permanente y natural; al explicar de como fué creada la cimiente humana, se levanta para la Tierra el olvido momentáneo de su pasado; porque así lo pidieron los espíritus humanos; pidieron ser probados; pidieron una prueba de vida; y pidieron al final de la prueba, ser juzjados; todo cálculo que entra en la formación de un espíritu, es cálculo solar; y todos sus elementos, son del mismo universo; todo se inicia desde el centro mismo de un todo; ese todo es el infinito; por lo tanto el centro mismo de un todo es relativo; hay muchos puntos de partida; pero a la vez forman uno sólo; los elementos vienen desde atrás; se remontan a edades y espacios, que jamás podrán ser estudiadas por la evolución humana; pues cada espíritu en su eternidad se dispersa; tomando infinitos caminos que le conducen a otras tantas eternidades; el mismo espíritu por progresar, vá dejando atrás las eternidades; pues él está formando la suya; vá siendo dueño de su materia; de su propio cielo; tal como es dueño de sus propios actos; de los cuales vá saliendo su propia eternidad; escrito fué que cada uno se hace su propio cielo; que salen de sus actos propios y vivientes; dando continuidad, a lo que ya fué empezado; lo uno repercute en lo otro; el microcosmo surgió del macrocosmo; y el microcosmo llegará a ser macrocosmo; el macrocosmo fué microcosmo; esta sucesión se repite en una cantidad tal, como la mente pueda imaginar; se repite en las semillas, microbios, planetas, soles, sistemas desconocidos para la evolución humana; en todos sin excepción está el mismo microscópico principio; y los universos que han dejado las tinieblas atrás, lo saben; tiniebla es todo grado de imperfección; es estar viviendo en mundos imperfectos; tal es la categoría a la que pertenece la Tierra; dentro de la jerarquía planetaria; que pertenece a los universos y cosmos de la carne; siendo ésta infinita y relativa; su infinito está dentro de lo infinito; es decir que todo microcosmo posee también su macrocosmo; diferente al macrocosmo; que también está dentro de su infinito; teniendo macrocosmo dentro del mismo macrocosmo; y así hasta nunca acabar.-





Sí hijito; este dibujo celeste explica infinitas verdades; explicar el orígen de la vida, es explicar multitudes de seres vivientes; pues todos poseen una individualidad diferente; lo que demuestra que teniendo un mismo principio creador, tienen diferente sentir; diferente historial; diferente experiencia; diferente manera de ser; diferente manera de pensar y actuar; diferentes en las características físicas y diferentes en sentimientos; diferentes en los hechos vividos; diferentes en lo más microscópico; y diferentes hasta el último suspiro de vida; esta infinita variedad en la materia y el espíritu, son salidos de un mismo punto; al crearse cada espíritu, sus elementos tienen ya un pasado viviente; este pasado es solar; todos poseen en sus cuerpos electricidad solar; toda manera de pensar diferente, sale de este foco eléctrico; que si lo llevamos con la mente al tamaño colosal, tendremos un verdadero sol del macrocosmo; todo el pensar humano sea cual sea su individualidad, es fuego viviente; es una réplica microscópica de lo que sucede en los grandes soles del espacio; lo de arriba es igual a lo de abajo; hay creación arriba y hay creación abajo; cada espíritu salió de un sol-virtud; o bién de un número-espíritu; pues todos en el universo, son producto del número viviente salido del cálculo viviente, de un Dios viviente; desde el mismo instante que se crea un espíritu, nace con él el número; nacen con él, las matemáticas; son números que carecen de filosofía; son números en estado de inocencia; lo que significa que se es ángeles de pureza, antes de conocer filosofías en los lejanos planetas; el principio de la vida es relativo; pero infinito; ni los grandes soles lo saben; sólo el divino Padre Jehova lo sabe; esto significa que exsisten infinitos principios de creación; que tomados en su conjunto, quedan reducidos a lo microscópico frente al libre albedrío del Creador; es como las líneas de fuerza de un imán; los soles son fuerzas creadoras; que fueron a su vez creadas; y el Creador también es fuego; el divino Padre se reserva la divina ley de como surgió él; no es egoísmo; como podría suponerse; sino, que ningún conocimiento le entendería; teniendo poder infinito para ser entendido; toda evolución tiene sus leyes escritas, antes que nazca como evolución; el divino Padre jamás se retracta; jamás anula una ley, dictada por él mismo; y si la experiencia supone lo contrario, esa suposición es también relativa; y deja de ser experiencia en otras evoluciones del espacio; donde ya pasaron en la eternidad y el tiempo, la misma característica que tiene la llamada experiencia humana; lo de arriba pasó por lo que están pasando los de abajo; se asciende hacia los cielos, probando el sentimiento desde su grado más microscópico; tan microscópico, como vuestra mente pueda imaginar; y lo más microscópico que podéis imaginar, son vuestras ideas; son tan microscópicas, que sólo las sentís y no las véis; ni sabéis hacia donde se dirigen ellas; más, no podéis negarlas; pues sin ideas no podríais progresar; no conoceríais la vida; las ideas que conocéis fueron pedidas por vosotros mismos en el Reino de los Cielos; todas las ideas que creásteis en la vida, os esperan en el reino; pues siendo microscópicas y humildes, son las primeras en el Reino de los Cielos; allí se transforman en filosofías vivientes; es como un hijo que espera el retorno de su padre; pues vuestras mentes las crearon; y como vosotros tenéis un divino Creador, las invisibles ideas también lo tienen; y es el mismo Dios de ustedes; ¿no se enseñó un sólo Dios nomás? el Dios viviente tanto para la materia como para el espíritu; tanto para lo conocido y lo desconocido; lo desconocido es también relativo; pues también avanza paralelo a la relatividad de lo conocido; todo conocido tiene su desconocido; nadie lo sabe todo; sólo el Padre lo sabe; lo desconocido es la suprema prueba en la espíritualidad humana; es la espera a lo largo de una exsistencia; es un olvido del pasado cargado de incertidumbre; una incertidumbre que el hombre la hace más amarga aún; pues exsiste también dulce incertidumbre; el egoísmo humano hace que la vida humana, sea un valle de lágrimas; los hombres explotan porque ellos quieren; escandalizan también; porque así lo quieren; hacen la guerra y la explotan porque sus libres albedríos están con el demonio; quien tenga ideas de guerra, más le vale renunciar al puesto que tenga en ella; porque por sobre toda filosofía demoníaca está primero la divina palabra del Creador de la vida; ningún derecho les asiste a estos demonios, destruir mi creación; ¡pobre de todo aquél que viste uniforme! pues se le restarán de su eternidad, todos los segundos transcurridos en que usó uniforme; no se puede servir a dos señores; no se puede servir a dos filosofías; o se mata y se es demonio, o se crea y se es de la luz; todas las filosofías que contiene cada idea salida de vuestras mentes, son juzjadas y pesadas en el Reino de los Cielos; y ellas son tan vivientes como lo sóis vosotros; y os esperan vuestro regreso; el universo expansivo y pensante es universo viviente; tanto arriba como abajo; tanto en lo microscópico como en lo macroscópico; en lo visible y lo invisible; en lo conocido y desconocido; hasta vuestras ideas son vivientes; todas vuestras ideas forman en su conjunto un conocimiento; y todo conocimiento una jerarquía; y de esto se crea vuestro futuro cuerpo; sóis por lo tanto criaturas salidas del conocimiento; conocimiento creado por vosotros mismos; el conocimiento es variado; el divino Padre toma lo suyo; toma la ganancia espíritual del conocimiento; de vosotros mismos sale lo que merecéis; pues libre albedrío tuvísteis en la vida; más, ¡pobres de aquéllos que han atropellado ó modificado por egoísmos pasajeros, el libre albedrío de mis criaturas! a los tales más les valdría, no haber pedido experiencia en la vida humana; ¡pobres de los que han hecho sufrir a mis humildes! porque de ellos es el llorar y crujir de dientes; la vida humana os fué dada para glorificar a vuestro Creador; y no exsiste mayor glorificación, que una vida de honrado trabajo; doctrina única y sublime; pues es la única que os abrirá las puertas del cielo; no exsiste otro camino; por lo tanto, las llamadas religiones disminuyen el mérito; si sumáis todos los segundos que han transcurrido en vuestras vidas en lo que a adoración material se refiere, veréis que vuestra añadidura no os dá para entrar al Reino de los Cielos; la perpetua adoración y contemplación, nunca a gustado a vuestro Creador; pues allí no hay mérito; no hay sudor de frente; sólo hay atraso espíritual; porque os diré lo siguiente: es seguro fácil que entre al Reino de los Cielos, un trabajador ignorante; que nunca se acordó del divino Padre; pero con su trabajo honrado, me perpetúa; más aún; si este hijo hizo su trabajo en la vida, soportando un yugo; este yugo se llama en vuestro planeta, la explotación del hombre por el hombre; y quien lo haya practicado, posee aún influencias demoníacas; inclinaciones a subyugar a sus semejantes; son espíritus venidos de planetas-infiernos; categoría de mundos de las tinieblas; espíritus que pidieron ganar filosofías en los mundos de la luz; pidieron ganar más jerarquía en filosofía viviente; todo explotador es explotado en otros mundos; así sucede siempre; llegados al Reino de los Cielos para ser juzjados, piden pagar sus deudas; piden hacerlo ojo por ojo, diente por diente; y se les concede; los grandes honrados de hoy, fueron explotadores ayer; así es la evolución universal; todo se paga y todo se premia; cada cual se hace su propio todo; avanza ó se anula; para el avance dí al mundo mis divinos Mandamientos; dí Sagradas Escrituras; envié profetas al mundo; hasta mi divino Hijo Primogénito se ofreció; ahora toca al Padre recoger lo suyo; y a satanás lo suyo; cada cual escogió; libre albedrío habéis tenido; si la divina ciencia del Cordero de Dios, os provoca sentimientos, es porque no habéis cumplido con la ley del que os creó; mi divina ley transforma a los mundos; por el fruto se conoce el árbol; ninguna ciencia humana lo explica todo; porque es microscópica ante el Padre; ninguna ciencia ó conocimiento humano, puede mover a mareas humanas; ni mucho menos provocar una revolución al extremo tal, de cambiar las costumbres morales de un mundo inmoral; de un mundo que no dió el poder a mis humildes; como fué enseñado; los humildes son los primeros en el Reino de los Cielos; también debieron serlo en la Tierra; de un mundo que transó los legítimos derechos de mis humildes; todos los espíritus ambiciosos, prometieron en el Reino de los Cielos, no atropellar los derechos de nadie; esa fué la prueba que pidió la filosofía viviente llamada ambición; y todas las demás, prometieron igual; pues todos salieron del cielo, con una divina visión de la igualdad; todos vieron como son los gobiernos igualitarios en los infinitos cielos; todos se ilustraron en sus respectivas filosofías; y todos prometieron lo mejor al Padre; más, escrito estaba que muchos serían llamados a la prueba de la vida; y pocos los escogidos después de ella; la vida que sentís y todas las vidas que se desenvuelven en otros mundos, fueron dadas para vuestro progreso; quien niege la vida en el infinito, se niega así mismo; nadie lo recibe en otros mundos; ni en el Reino de los Cielos; no se puede disfrutar de algo que se a negado; es un principio inmoral; es contrario al cultivo de la fé; la antiquísima parábola que dice: La fé mueve montañas, significa lo mismo; montañas es familia de planetas; sin planetas no hay montañas; la criatura se mueve a través del espacio; cuando se es espíritu libre, viaja a la velocidad del pensamiento de mundo en mundo; viaja por ellos, porque creyó en ellos; más os digo que todo el que no creyere, no verá tales maravillas; desde lejanos mundos os ven y os leen la mente; tal como lo hacen las naves plateadas; que vosotros llamáis platillos voladores; y en mis sagradas escrituras figuran como bolas de fuego; son las mismas que en el pasado de la Tierra, destruyeron las ciudades del pecado: Sodoma y Gomorra; y serán estas mismas naves que se posarán muy pronto en la Tierra; porque ya se acerca el Juicio Final a la dimensión humana; estas deslumbrantes naves entran y salen de los cielos; penetran el micro y el macrocosmo; a ellos no les importa tanto la Tierra; como muchos humanos creen; ellos visitan colosales mundos; mundos de vida eterna, en sus viajes hacia esos mundos, pasan cerca de la Tierra; ellos saben que la Tierra es un planeta polvo; saben que está poblado por microscópicos monitos de carne; llamados humanos; y no le dan mayor importancia; y saben que este planeta como los demás del universo, poseen sus sagradas escrituras; y saben que no deben perturbar los destinos humanos, antes del tiempo escrito en el Reino de los Cielos; he aquí las únicas causas del porqué ellos no entran en contacto total con la humanidad terrestre; ellos al igual que los seres humanos y el resto del universo, deben rendir divina cuenta de sus actos; aunque se encuentren viajando por colosales planetas paraísos; en remotas galaxias; distancias que no se miden en cálculo humano; hay naves en todos los instantes, viajando a velocidades mentales; y sus viajes duran más tiempo, del que empleará la Tierra en su recorrido por el espacio; se acabará físicamente la Tierra, y estas naves, aún estarán viajando; nacerán nuevos planetas con la misma lentitud conque nació la Tierra, y ellas aún seguirán viajando; porque son eternas; son indestructibles; sus leyes son otras; más, su principio como seres pensantes, fué como el de vosotros; fueron chiquititos para llegar a ser grandes en el Reino de los Cielos; fueron como vosotros, monitos de carne; nacieron infinitas veces, en infinitas categorías de mundos; cuyo número escapa a la ciencia humana; fueron lo que vosotros fuísteis; el principio es igual para todos; tanto arriba como abajo; ellos representan después del Padre, la máxima expresión del trabajo; son brillantes como los soles; son divinas jerarquías solares; pronto escribiremos hijito, la verdadera y única historia de la naves plateadas; será un trabajo que explicará en trescientos dibujos, la construcción de estas naves; que por orden de tu divino Padre Jehova, quise que el mundo las conociera; escrito fué: Y habrá señales en los Cielos; una de esas señales, son estas naves; probada fué la humanidad con ellas; porque toda opinión aún tratándose de lo desconocido, es juzjado en el Reino de los Cielos; el divino Padre está en todas partes; en lo conocido y lo desconocido; y está antes que ambos nacieran; las naves plateadas tienen infinitas misiones en los infinitos universos; y una de ellas es recoger vuestras ideas; que viajan al espacio recorriendo distancias siderales; exsiste una ciencia en la Tierra que les llama jardineros del espacio; a pesar que la tal ciencia es juzjada como el resto de las demás, no está equivocada; es un nombre muy apropiado; pues vuestras microscópicas ideas, son las semillas galácticas; semillas de futuros mundos; de futuras galaxias; futuros universos; futuros soles; porque hay que ser chiquitito y humilde como una semilla, para ser grande en el Reino de los Cielos; la semilla que es la idea física humana, es recogida en estas naves; en las cuales son separadas las unas de las otras; se separan las filosofías futuras de esos mundos; este divino proceso fué escrito en divina parábola; que dice: Vosotros sóis la sal de la vida; y vuestro divino Padre complementa: de los futuros mundos; sóis futuras filosofías vivientes; que se expanderán sobrepasando vuestras propias exsistencias; pues venís naciendo desde eternidades atrás; esto también os fué anunciado en divina parábola; Hay que nacer de nuevo, para ver el reino de Dios; es decir: Hay que nacer según las condiciones de vuestro pasado; según como fué vuestra sal filosófica en la última exsistencia; sóis hechos a vuestra propia imagen y semejanza según vuestro libre albedrío; y sóis también a la vez, hechos a imagen y semejanza a vuestro Creador por principio eterno; la eternidad sale de vuestro Creador; y el modelo sale de vosotros; lo moldea vuestra propia inteligencia; esto también fué dicho en divina parábola: dad a Dios lo que es de Dios; y al César lo que es del César; lo de Dios es lo espíritual; lo eterno; lo del César es lo material; lo efímero; los placeres que duran sólo cuando se tiene una corta vida; y todo aquéllo que entretiene momentáneamente a la inteligencia humana; todo lo que es del César, mundano es; porque es del mundo; son mundanos los reyes, los ricos, los amantes de toda fama; pues lo mundano no cuenta en el Reino de los Cielos; los mundanos se engrandecen en la Tierra, y se achican en el Reino de los Cielos; disfrutan por adelantado, el premio eterno; lanzan primero la primera piedra de sus filosofías; olvidándose que primero y por sobre todas las cosas y por sobre sí mismos, está la filosofía de la humildad; porque así fué mandado; escrito fué: Hay que ser humilde para entrar en el Reino de los Cielos; porque eso agrada al Padre; tarde es ya pasajeros del mundo; sólo os queda el arrepentimiento en lo que ha de venir; escrito fué vuestro juicio; nunca os preocupásteis y mucho menos investigásteis de cuando y como y donde sería el principio de este Juicio; a pesar que se enseñó: el que busca encuentra; como nunca os preocupásteis en buscarme, es por eso que debéis pasar por la experiencia del llorar y crujir de dientes; que es el escape de toda culpabilidad; no exsiste dolor moral más grande para el divino Padre, que habiéndole dado la vida a un hijo, éste no se acuerde de su Creador en toda su exsistencia; mayor ingratitud no puede exsistir; mas, ningún ingrato entra al Reino de los Cielos; tal como los que en la Tierra transaron los derechos de mis humildes; así seréis transados entre la luz y las tinieblas; jamás se debió haber transado lo que por derecho propio corresponde a los humildes; así es en el Reino de los Cielos; así lo vísteis todos antes de partir a la vida; y así lo prometísteis; cada promesa debe cumplirse; pues el divino Padre cumple con el universo; jamás he violado ley alguna; e igual cosa exigo de mis hijos; mis divinas exigencias están dentro de vuestras posibilidades; nada imposible pido a mis hijos; a todos se les dió los divinos Mandamientos por igual; nadie es menos ante el Padre; no exsiste la llamada superioridad ó inferioridad en el Reino de los Cielos; porque allí no exsiste límite en nada; allí todos se respetan con amor infinito; un amor que desconoce los intereses; es allí donde exsiste la verdadera liberación; el hombre habla de liberarse del hombre que le explota; hace bién; pues corre riesgo de terminar en esclavo; y nadie nació esclavo; ni nadie nació superior a otro; pues mis divinos Mandamientos no dividen; al contrario, unifican; sólo la superioridad humana divide; mientras la cultiven los hombres, llevarán su propio yugo; todo acaparador de riqueza es un demonio; lo es cuando esta riqueza la logra explotando y engañando a los demás; es difícil ser rico y honrado a la vez; no se puede servir a dos señores; no se puede ser de la luz y de las tinieblas a la vez; si en el planeta que habitáis no exsistiera la ambición, la Tierra sería un paraíso; hay muchas clases de ambiciones; no confundir con las aspiraciones del espíritu; la ambición más triste es aquélla que termina en codicia; pues se llega hasta matar; el oro tiene una maldición; cuando el espíritu no se controla; vuestra historia está llena de ejemplos; grandes imperios del pasado han caído en la inmoralidad y la corrupción; y todo por el exceso de oro; el oro y el placer van tomados de la mano; grande es el espíritu que teniendo la prueba de la abundancia, no se deja corromper; que no pierde la humildad ni la sencillez conque nació; más, esos espíritus extraordinarios son contados con los dedos, en el mundo que habitáis; la prueba de la riqueza es una de las más peligrosas; siempre la codicia indebida trae consigo la tragedia para los demás; pues les quita la mayor felicidad que es la justicia; y todo demonio rico implanta su reinado de injusticia; es una injusticia relativa; porque a esta injusticia le sale al paso, los espíritus revolucionarios, que pidieron serlo en el Reino de los Cielos; y como el divino Padre vé el futuro de los mundos, los autoriza; pues el Padre es justo por sobre todas las cosas; y es así que su Hijo Primogénito Solar Cristo, pidió ser el primer revolucionario en vuestro planeta; pidió ser el primer luchador contra toda injusticia; las jerarquías mayores llamadas padres solares, por lo general encabezan las grandes doctrinas; que transforman las costumbres de los habitantes de todos los mundos; tal fué la misión de la ley Mosáica y de la doctrina Cristiana; que suavizaron costumbres bárbaras propias de vuestra imperfecta evolución; nadie puede negar que así fué; pues estáis viviendo en la transformación; sóis actores vivientes de ella; en el Reino de los Cielos; conocísteis a los profetas; que os seguirían a la prueba de la vida; conversásteis con ellos; y también vísteis a mi Hijo Primogénito; todo lo vísteis; antes que se os impusiera el olvido de vuestro pasado; sólo quedásteis con el recuerdo de vuestras pasadas acciones en vuestro propio planeta; el tiempo celeste que vivísteis en el Reino de los Cielos, se llama primer tiempo; y el tiempo que usáis en vuestro planeta, segundo tiempo; los tiempos vividos por todo espíritu son muchos; pues habéis vivido en otros mundos; que poseen también sus propios tiempos; tal como lo posee vuestro propio planeta; lo de arriba es igual a lo de abajo; todos los mundos nacen como los espíritus; tienen un mismo punto de partida; nacen con los mismos derechos, que nacen los espíritus; ambos son vivientes; materia y espíritu son una misma cosa; manifestadas en diferentes libres albedríos; estad seguros que hasta el más microscópico polvito, vuelve al Reino de los Cielos; y regresa cargado de experiencia; y llegado al reino, pide divina justicia; tal como lo piden los espíritus de todos los mundos; cada cual en sus leyes de evolución; cada cual en sus respectivas dimensiones; y es tan inmensa la divina creación, que todo derecho a la importancia desaparece; los que se creyeron únicos en sus respectivos mundos, nada son; todos sin excepción alguna, terminan siendo los grandes desconocidos; tanto para las criaturas del macro como del microcosmo; allí ocurren hechos abismantes; de allí surgen grandes determinaciones universales; allí se escriben los destinos futuros; allí se hacen las divinas alianzas entre materia viviente y espíritus vivientes; allí son llamados muchedumbres de espíritus; en cantidades tal, que oscurecen a los gigantescos soles; no todos son escogidos para probar filosofía en tal o cual planeta; muchos deben quedarse a aprender en el mundo celeste; se aprende arriba como abajo; muchos espíritus piden conocer tal mundo, y lo piden con tal vehemencia, que el divino Padre se conmueve; y autoriza el nacimiento; he aquí las disparidades espírituales y el diferente modo de actuar en las criaturas; y no sólo en los espíritus humanos; sino que en toda la naturaleza; pues todo piensa; el libre albedrío nace de la forma viviente; nace del mismo conocimiento que dió luz a la forma; toda idea tiene una forma filosófica material; su primitiva escencia son las ondas mentales; son microscópicas líneas magnéticas; que se expanden en armonía con el universo; buscan su propio centro; y poseen las mismas características del colosal planeta en que vivió ó vive la criatura que creó la idea; la herencia se transmite; tanto arriba como abajo; sóis en la actualidad, lo que vuestra mente creó en la anterior exsistencia; y lleváis el sello de la desobediencia que os trasmitieron vuestros primeros padres; Adán y Eva; dos criaturas solares de jerarquía angelical; que pidieron probar filosofía en un planeta-paraíso; más, desobedecieron una simple y divina orden del divino Padre; detrás de lo simple, se oculta lo grande; en cada divina orden, que el divino Padre dá a sus hijos, está latente un infinito viviente; que sólo el divino Creador lo sabe; pues profundiza el futuro más que el resto.-

Escribe: EL ALFA y OMEGA

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