jueves, 28 de febrero de 2013


DIVINO ORÍGEN DEL PUNTITO CELESTIAL; EL TIEMPO Y EL ESPACIO SE MIDEN POR PUNTITO DIVINO; RELACIÓN ENTRE LAS ACCIONES HUMANAS Y EL PREMIO DIVINO; LAS DIVINAS BALANZAS VIVIENTES SOLARES; EL NÚMERO 318 Y LAS VIRTUDES HUMANAS.-

Sí hijito; así es; tal como lo piensa tu divina mente; las Ciencias Celestes ya se están por publicar; muy pronto te verás rodeado por tus honorables Dalai-Lamas; el mundo del conocimiento será sacudido; no imaginan que el divino Cordero de Dios, está en la Tierra; la misma filosofía que emana de las Ciencias Celestes, es la doctrina viviente del divino cordero; pues está destinada a criaturas vivientes; es el mismo Consolador divino anunciado por el Primogénito Solar; que en la Santísima Trinidad, son una misma cosa; son leyes propias de la Santísima Trinidad; cuyo divino libre albedrío, es el más sublime y divino comunismo amoroso; la divina justicia obra por amor común para todos; por lo tanto, la filosofía del comunismo está en las leyes de la creación; la ha estado siempre; y los hijos, que luchan por una filosofía semejante en la Tierra, son espíritus muy avanzados; reconocen que sólo un conocimiento unitario, es lo más justo; lo grandioso de esta filosofía, es que cumplen con la divina ley del trabajo; que tu divino Padre Jehova, expresó en otros términos: Te ganarás el pan con el sudor de tu frente; lo que quise decir fué: te costará mucho ganarte el sustento; porque tu mundo será invadido por demonios de la ambición; que hacen del progreso de los mundos, un maldito negocio; si la Tierra no tuviera a estos demonios explotadores, ciertamente sería como un paraíso; más aún; la Tierra no habría tenido necesidad de un juicio final; porque el puntaje divino de la filosofía del trabajo, habría sobrepasado al propio destino espíritual; sobre todo el trabajo artesanal; pero, desde el momento que estos demonios inventaron el maldito dinero, sin consultar a mis Sagradas Escrituras, el mismo se convirtió en el peor yugo que ha conocido la humanidad; pues mi rebaño fué dividido en ricos y pobres; en medio de una explotación obligada; y perpetuando la injusticia; llegó el divino momento, en que el mundo se sacará este yugo; que sólo lágrimas hace brotar a las generaciones del planeta; y faltan aún, las lágrimas más amargas; cuando millones y millones de criaturas, vean que por causa del dinero, cambiaron sus propios sentimientos; se pusieron orgullosos; falsos; interesados; y hasta criminales; y cuando vean que cada segundo de tiempo de sus propias vidas, les ha ido cerrando su entrada al Reino de los Cielos; pues ningún puntaje les proporcionó el dinero; al contrario; por el dinero, tendrán que enfrentar el divino juicio; en medio de un llorar y crujír de dientes; envidiando a los mismos muertos; y verán que por haber conocido el dinero, no podrán ser resucitados en carne; el año 2001; pues escrito fué: Es más fácil que entre un camello por el ojo de una aguja, que un rico en el Reino de los Cielos.-


 


Sí hijito; este dibujo celeste demuestra que toda virtud humana es de infinitos colores; la divina escencia de cada virtud, es de poseer una caloría solar; lo que dá cierto poder magnético; y dentro de la misma virtud, este poder magnético adquiere infinitos grados; constituyéndose en la divina jerarquía de la respectiva filosofía; cada virtud es una filosofía viviente; puesto que ha sido generada por un espíritu viviente; el conjunto de virtudes, constituye una vida pensante; esta vida pensante salió de otra vida mayor pensante; en el caso de los espíritus humanos, ellos fueron creados por los soles Alfa y Omega; de la galaxia Trino; al nacer los espíritus, se ponen en divino movimiento, infinitas inteligencias; entre ellas, las maravillosas naves plateadas; que los terrestres llamáis platillos voladores; los tripulantes de estas naves solares, saben que los terrestres, los llaman así; están acostumbrados a ello; en cada mundo que visitan, sus criaturas les ponen nombres; según la evolución de esos mundos; es así el destino de las criaturas que pertenecen al infinito mismo; el hijo terrenal también pertenece al infinito; sólo que está recién empezando; es aún de carne; es perecedero; está recién preparándose para la vida eterna; y al ir avanzando más y más, toda criatura se vá alejando más, de toda clase de tinieblas; que no es más que la propia ignorancia de su propia imperfección; la vida en el Reino de los Cielos, es la vida eterna; a donde todo espíritu imperfecto, llegará en un instante dado; siempre que no haya violado las leyes de las Sagradas Escrituras; en su respectivo mundo; quien viole aunque sea una microscópica parte de la divina ley, ése no entra en el Reino de los Cielos; continúa por toda eternidad, en mundos perecederos; pagando las deudas; que son sus propias obras; hasta que sienta en él, la llama del arrepentimiento; es decir, se vuelve humilde; en el mundo que sea; el puntito celestial es una medida de justicia divina; corresponde a un segundo de acción del espíritu encarnado; y corresponde a un cielo en la eternidad; es decir a infinitos mundos, que están dentro de un cielo; el premio divino no tiene límite alguno; pues la Creación misma no la tiene; todo premio a todo espíritu, se denomina divina añadidura; que corresponde a un determinado número de puntitos celestiales; las naves plateadas en su paso por la Tierra, puesto que van a los colosales mundos, se fijan en sus pantallas de television universal, que criatura brilla más que otra; pues la que más brilla, es la que posee más conocimiento, tiene más experiencia; aún, la experiencia del sufrimiento, que es la más valiosa; pues posee un puntaje muy elevado; después de la humildad; y van identificando quien entrará al Reino de los Cielos; y ven con infinita pena, que en la Tierra, no hay nadie con el suficiente puntaje; pues casi todos han escandalizado con sus cuerpos de carne; han expuesto a los microscópicos poros vivientes, a la contemplación y malicia del mundo; y ven como las criaturas humanas se comen a sus propios hermanos de carne; y se explotan unos a otros; ellos han perdido las esperanzas de llevar algún hijo terrestre, al Reino de los Cielos; sólo escudriñan el futuro; y renacen sus esperanzas, en los niños; siempre que no sean contagiados, por la filosofía materialista de sus propios padres; de esos padres de vida mundana; que jamás se han preocupado por sobre todas las cosas de las leyes del Creador de la vida; temen ellos que estos padres ciegos, conviertan a sus hijos en guías de ciegos; de sus propios hijos; las naves plateadas fueron las que guiaron la Tierra por los espacios; cuando ésta era una microscópica chispita eléctrica; salida de los soles Alfa y Omega, que quiere decir principio y fín de una creación; es decir una humanidad materializada; que saliendo de la dimensión divina, penetró en la dimensión material; su punto de lanzamiento fué el sol Alfa; y germinando en el sol Omega; lo que significa que las primeras filosofías de la Tierra, son filosofías de pruebas; en las que predomina la fuerza; pero la fuerza es juzjada; y es reemplazada por la inteligencia creadora Omega; la que simboliza a la Santísima Madre Solar Omega; la única madre del universo; que ha sido conocida por infinitos nombres; no sólo en la Tierra; sino que en todo el universo expansivo pensante; se inicia con ella, el reinado de las mujeres en el mundo; esto no es una preferencia de parte de la divinidad; esto es una justicia; cuya causa viene de una injusticia propia de la imperfección Alfa; ó período de la fuerza; el hombre jamás debió haber usado la fuerza para imponer su voluntad; tanto el hombre como la mujer, son iguales en derechos ante Dios; nadie es menos en su divina creación; el orígen galáctico del rebaño, les dá derechos por iguales; sólo los demonios siembran el predominio individual; la llamada guerra de los sexos, es una filosofía demoníaca; y su autor será maldecido por el divino primogénito; sólo satanás divide; en el dibujo celeste se ven a los soles Alfa y Omega, iniciando una reencarnación de una virtud; las divinas reencarnaciones, son divinas alianzas; de divinos querubínes de todas las virtudes imaginables; en un principio, todas son fuego; fuego solar; son fuego que se materializan en los mismos soles; ellas se ven como bellísimas gemas; de todos los colores imaginables; pues cada virtud posee un color; con infinitos matices; el divino proceso de una reencarnación, jamás ha sido visto por ojos humanos; y no hay quien no lo haya experimentado; pues de lo contrario, no estaría en la vida humana; siendo la reencarnación una misma ley, no exsiste reencarnación igual a la otra; pues la individualidad de cada espíritu, se inicia en diferente ángulo en la corona solar; es decir que primero surge el libre albedrío; que tomando posición y sensación, se refleja en su propio infinito; a partir de ese instante solar, ha nacido un divino querubín de vibración solar; la posición de ángulo, proporciona alianzas de tiempo; y la sensación proporciona alianzas de sentimientos; por lo tanto no exsiste tiempo sin sentimientos; ni sentimientos sin tiempo; sea en los soles, ó en los mundos; en una reencarnación humana, participan 318 virtudes; éstas corresponden a una jerarquía galáctica que corresponde a una triceptación de un ángulo recto de 90º; dentro de la corona solar; es decir que cada virtud, tiene su propia trinidad; el ángulo indica una microscópica dimensión; una futura morada de Dios; y todo esto, encerrado en una microscópica chispita; al principio, la chispita rodea en movimiento contínuo, la corona solar; y en un instante dado, es impulsada al infinito; siendo seguida por microscópicas naves plateadas; que la cuidan y resguardan de los peligros de las tinieblas; que en el infinito están al acecho; igual como en la Tierra; la maldad está al acecho sobre las inteligencias humanas; la maldad humana es una tiniebla microscópica; en comparación a las tinieblas, propias de las galáxias colosales; toda tiniebla tiene un mismo principio; la soberbia; lo de arriba es igual a lo de abajo; la diferencia está en la posición relativa que se ocupa en el espacio; las virtudes humanas nacen libres; nacen independientes del espíritu; el espíritu, antes de serlo, era un libre albedrío; carente de virtud alguna; un libre albedrío tiene la forma de un triángulo; esto es valedero para los libres albedríos, de los mundos de la carne; pues la forma angular vá desapareciendo a medida que el espíritu vá ganando en magnetismo; están a su disposición todas las formas de vida imaginables; pero tiene que vencer las tinieblas; es decir, tiene que ganarse el derecho a ser grande en el Reino de los Cielos, con el sudor de su frente; con un mérito propio; el libre albedrío es la inocencia única de cada criatura; esta inocencia empieza a tener responsabilidad, cuando pide alianzas con las demás virtudes; toda alianza se verifica en el Reino de los Cielos; y toda alianza es una divina reencarnación; es salir de un universo eterno, para probar nuevas formas de vida en la materia; la que a su vez, también está formada por divinas alianzas de infinitas virtudes; la materia inerte y el espíritu viviente, son una misma cosa en su propia causa; ambas son sentimientos; ambas cumplen las leyes del magnetismo; ambas se atraen; en necesidad mutua; ambas se reconocen en el Reino de los Cielos; donde se controla, todo cuanto exsiste; y exsistirá; allí está el destino de cada individualidad viviente; allí está la maravilla de las maravillas; la divina television solar; la que explica el orígen de cuanto exsistió, exsiste y exsistirá; pues la television solar, es también expansiva; como el universo expansivo pensante; cada idea que surge de cada mente, nace en sí misma su propia television; television que posee los mismos colores vivientes de la naturaleza; a que pertenece la criatura; hasta los microbios poseen su television; nadie es menos en mi creación; todos poseen la divina herencia; la herencia nace de los mismos hijos; según sus obras; esta divina ley contiene una enseñanza, para aquéllos padres, ciegos del espíritu; que le aseguran todo lo material al hijo; no dándole, la oportunidad espíritual, de lograr por sus propios méritos, su propio progreso; estos padres, serán maldecidos por sus propios hijos; pues a ellos culparán, porque no podrán entrar en el Reino de los Cielos; el puntaje divino de ganarse el cielo, no les dá para ello; segundo tras segundo, de vida regalada es juzjada en las divinas balanzas solares; como segundo tras segundo de sacrificio ó sufrimiento en humildad silenciosa, es premiada en el Reino de los Cielos; la Tierra en su totalidad es juzjada; no olvide la criatura humana, que para el creador de la vida, todo es viviente: moléculas, aguas, rocas, microbios, y hasta el mismo cuerpo que se pudre; nada es imposible para el Padre eterno; de aquí surge la divina verdad de que toda llamada fantasía es una realidad; lo infinito de mi creación, hace que todo exsista; y en grados infinitos; si alguien dice: exsiste la nada, aún sin comprenderla, esa nada exsiste en cantidades tal, que ni la misma criatura que lo expresó podrá imaginarlo; más, la nada, también tiene su filosofía; y no enseña ¡nada! nada para llegar a nada; es la filosofía de los ociosos; de los regalones del mundo; de los que teniéndolo todo, no tienen nada; pues al dejar este mundo Tierra, no se llevan un centavo; peor aún; no llevan ni un puntito celestial; van desnudos ante el divino Padre Jehova; ¡pobres espíritus regalones! ¡con qué fuerza, maldicen el dinero! y no sólo el dinero; también a sus propios padres, que les tocó en la exsistencia, que acaban de dejar; más, no todo está perdido; las puertas del arrepentimiento, están abiertas a todo culpable; pero el espíritu, debe pagar en otros mundos, todos sus pecados; ojo por ojo, diente por diente; jamás criatura pecadora alguna, ha dejado de pagar sus propias deudas; he aquí, el porqué en la Tierra hay criaturas que sufren; dentro de una infinita variedad de sufrimientos; son deudas del pasado; hechos y actos cometidos en otros mundos; la gente terrestre cree que sufre, por el pecado de Adán y Eva; esto se interpreta en dos formas: Adán y Eva, iniciaron un mundo que ellos mismos, llevaron a la categoría de mundo en expiación; no se olvide: iniciaron; ellos no son responsables de las culpas y violaciones, de sus hijos; cada cual, responde de sus propios actos ante el divino Padre; Adán y Eva, ya respondieron y pagaron su propia deuda espíritual; la otra explicación no menos cierta, es el remordimiento, que Adán y Eva, han provocado en todas las generaciones; que cada mente, saque sus propias conclusiones y las analice, con su propia conciencia; porque así como Adán y Eva, tuvieron un mandato, que no se cuidaron de cumplir, así también cada criatura humana lo posee; el supremo mandato de todos los siglos dice: Adorarás a tu Señor y Creador, por sobre todas las cosas; por sobre toda riqueza; por sobre todo placer; por sobre toda filosofía; por sobre tí mismo; esto no ha sido cumplido, por ningún espíritu humano; la raza humana ha vivido, el mundo de la ilusión; el demonio del dinero, invadió al planeta Tierra; y la raza humana convivió con la ciencia del bién; producto del dinero; producto de la soberbia; filosofía maldita que no entra en el Reino de los Cielos; y junto con ella, a todos los que se complacieron en ella; así hablarán las generaciones del futuro; el año 2001; después de la resurrección de toda carne; sólo los niños serán los primeros; de ellos nacerá el Milenio de Paz; pues un niño es más limpio de mente; el demonio del dinero, aún no lo ha corrompido; no siente aún su influencia; está mejor preparado, para recibir un mandato de confianza del divino Padre; los llamados adultos, ya fueron probados en sus filosofías; además de dejarse tentar por el dinero, la inmensa mayoría se ha olvidado del supremo mandato; este olvido, que casi todos lo llevan por herencia, le costará a la humanidad terrestre, un terrible llorar y crujir de dientes; pues este olvido, le cierra la entrada al Reino de los Cielos; como se le han cerrado, a infinitos espíritus; que han probado la vida humana; se han dejado influenciar; por el dinero en la época que les tocó vivir; toda herencia corruptora, no entra en el Reino de los Cielos; escrito fué: Es más fácil que entre un camello por el ojo de una aguja, que un rico en el Reino de los Cielos; la corrupción en mis hijos que viven en los planetas, empieza cuando conocen el dinero; un dinero, que no lo forma ninguna alianza de los Reinos de los Cielos; la mente que creó el dinero, no es de mi luz; mis Sagradas Escrituras no enseñan explotar a sus propios hermanos; el dinero es producto del demonio; pues una mente soberbia lo creó; desde ese instante, surgió el pecado en el mundo; el mundo empezó a conocer, lo que malditamente se ha hecho llamar, la propiedad privada; la máxima soberbia de todo espíritu, en su prueba con la materia; ninguna propiedad privada, se lleva el espíritu, cuando parte de la Tierra; sólo le queda una ilusión de lo que creyó, que era suyo; esta ilusión, también es juzjada en el Reino de los Cielos; y es la ilusión mayor; puesto, que le impide al espíritu, entrar al Reino de los Cielos; el dinero se inició en la Tierra, con los malditos dioses faraónicos; ellos enseñaron al primer pueblo de la Tierra, la adoración al oro; ellos deslumbraron, a los primeros terrestres; con su maldito lujo; el pueblo de Israel, creció junto a ellos; y nació en ellos mismos, el deseo de imitarlos; lo malo que esta imitación, se extendió por todo el mundo; fué de padre a hijo; y aún está sobre la Tierra; se ha cumplido el tiempo; las leyes del divino Padre, son también criaturas vivientes; brotan en los hijos, que deben de brotar; y cuando esto sucede, es que viene una nueva Revelación al mundo; por primera vez, el conocimiento humano sabrá, como el divino Padre Jehova, se comunica con sus hijos; que tienen la divina misión, de dar un nuevo conocimiento a la criatura humana; los medios de que se vale el divino Padre, son infinitos; pero siempre subordinados a la evolución misma; la Ciencia Celeste es recibida por mi hijo, por divina telepatía; esta telepatía, es un brote; está en la misma carne; carne viviente; telepatía viviente; hacen una sola cosa; mi hijo vé la infinita television solar; la única que enseña, las leyes que rigen en el Reino de los Cielos; todo cuanto está dicho, será debidamente comprobado por los honorables Dalai-Lamas, del lejano Tibet; estos hijos poseen por mi divina gracia, poderes espírituales poco comunes; ellos anunciarán al mundo, la aparición del Cordero de Dios; pues escrito está, que los humildes son los primeros; los honorables Dalai-Lamas, son criaturas que han preferido aislarse de un mundo, que será juzjado; hacen bién; pues no se han corrompido, con el oro; no han violado mi divina ley; es por eso, que el divino Padre Jehova, los nombra primeros en las nuevas que se aproximan; no puedo valerme de hijos, que por un momento de placer, me han olvidado; no han dado importancia, a mis divinos Mandamientos; sólo ellos les abren el Reino de los Cielos.-

Escribe: ALFA Y OMEGA

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